“Este mundo ya está diferente. No me llamaste y sin embargo corrí, bajé las escaleras y en mi camino todo se iluminaba, lo sé, mis amigos fueron cómplices al verme correr y hasta tuvieron ganas de seguirme, lo sé. Cruce el comedor, y se volaron las servilletas y las más viejas con sus anteojos y dientes gastados me espiaron y soñaron con volver a algún lugar que alguna vez les dio esa fuerza. Levanté el teléfono y mis ojos demandaban una sola frase “no es ella”, quedé apoyado en el espacio infinito mientras disfrutaba el sonido de una voz.

Ahora, después de re leer cartas logré detener el tiempo y recordarte: “Sigo comprendiendo porque sigo sintiendo. La locura, el camino del descubrimiento viene después del estado del amor, lo otro es un ensayo, una propuesta personal, un entrenamiento, un prepararse jugando en la vereda o en una canchita del barrio para cuando te toque jugar en primera” …

Anoche fue una noche distinta y bien parecida a todas, sin vos, con gente que me miraba demandando mi poder para dirigir el barco, una dinámica, unos lineamientos laborales, unas advertencias, una descripción de sucesos, un proyecto y un proceso.

Se encontraron con una bienvenida cálida, relajada, atenta. A cada uno le pregunté a dónde habían estado estos días, la mayoría de vacaciones recorriendo paisajes y estados deseados. Cuando todos terminaron les pregunté si habían regresado con la respuesta de porque habían estado en ese lugar, ¡para qué hicieron ese camino? Si pudieron leer la respuesta en todo lo que los rodeaba. Algunos ni siquiera me entendieron, pero a otros les brillaban los ojos y se quedaron pensando… igual, les dije, para contestar esta pregunta hay que sentir amor, es la única manera.

Anoche me acosté temprano por primera vez en dos meses, no tomé, ni fumé, solo hablé y escuché atento a cada uno y muchísimo lo disfruté. Ahora estamos laburando, todo va para adelante porque partió de un abrazo final super fuerte. Todo el día y la noche cruzo un camino, me encuentro todas las veces caminando mi danza, mirando al cielo, abriendo los brazos, devorándome el aire con el alma, dibujando en la arena con los pies mientras camino, y riéndome de todo. Festejando mi llegada, ese día en que dejé de viajar por extensiones de otro universo para entrar a caminar en este tridimensional, este que tiene las formas, olores, colores, sensaciones en la piel, sonidos inmersos, amaneceres y atardeceres en playas y montañas. En este dónde medir y acumular en el rincón de la experiencia, una pila interminable de mensajes, revela el rompecabezas que descifra lo que es existir. En este único ámbito donde se puede averiguar o tal vez recordar lo que es el amor.

Festejo lo que me produce mi ser de hoy y mi haber sido de ayer. Festejo que entendí el juego y por eso me divierte jugarlo cada día. Festejo mi trascendencia, mi decisión de saber la vida. Festejo mi encuentro con los seres, con los que vienen amarrados por el tiempo a mi lado y con los que vienen en camino aprendiendo a ver, a detectar y por un cruce, seguro buscado, hoy comparten el corazón; sin embargo, vos no estás. Y vuelvo a recordarte así, como eras antes; “yo festejo que no te conozco, pero que siempre te estoy descubriendo, que el encuentro siempre tiene algo de nuevo, que siempre me sorprende y me lleva a buscar más”…” hoy que me detuve un momento veo que cada encuentro con Romi es un espacio en donde soy, crezco y disfruto”… “celebro el amor y todo lo que disfruto amarte” «Hoy estoy aquí y te amo, por eso estoy”…

Y que distinto sos ahora mientras te recuerdo;” te conozco y me conozco, y creo saber donde termina el juego que encierra este amor” 

Bajaste la escalera de la vida en vez de subirla. Volviste a dormir porque el colchón es más cómodo que el vacío. En el vacío siempre hay descubrimiento, en el colchón eternamente rutina. Te haces llamar caminante, y es posible que lo seas, solo que tenés los ojos en la nuca y mirarme a los ojos es encontrarte con tu propia realidad; dura, implacable, dolorosa, pero siempre verdadera. Descubriste en tu camino la manera más fácil de engañarte, huiste del espejo más sincero que encontraste. Sí, corre negrito, corre, solo vas a lastimarte, encerrarte no es oficio de un verdadero caminante, y tapas tus oídos con el miedo a enterarte, que pregonas ser tu mismo y es a ti mismo a quien le fallas, y escapas y sigues corriendo en los senderos de la inconsciencia porque no eres lo que deseas y no deseas ser quien en realidad eres. Déjate de boberías, enfrentarte es la verdad, si no pisas bien la tierra, jamás lo sabrás, y con esencia indefinida no se puede caminar, el problema no es lo que sientes, sino tu mentalidad.

Despertá negrito, despertá, no hay nada más inútil que usar al corazón para pensar, abríte a ti mismo, comienza a amarte de verdad, como eras en un tiempo, que, si tu quieres, volverá. Caminá para adelante, ya no mires para atrás, vaciá tu mochila, tirá lo que no sirve y verás al universo como no lo has visto jamás, el universo está dentro tuyo y quiere que lo saques a pasear.

……….. Encontré esto en un cuaderno amarillento por los años… no tengo ni idea quien escribió esas palabras ni a quién le dirigí las mías… lo único que encontré en ese cuaderno es la referencia de mi edad…yo tendría unos 24.. muy loco.. no tengo ni la más remota idea de lo que pasó acá…